Morboso

Wednesday, February 15, 2006

Magdalena, estoy un tanto preocupado, y por eso te escribo. Te cuento: me gusta practicar el sexo con mi santa esposa, pero siempre apagando la luz, los dos vestidos con camisón y en la postura del misionero. Ella dice que después de diez años de matrimonio se está cansando, y que si podíamos encender la luz. ¿Soy una persona sana? ¿Es esto normal?

J. Macabeo.

¡Hijo de puta, de todas las consultas que he recibido como sexóloga en más de diez años de experiencia, jamás me había encontrado a un especimen tan degerado como tú! ¡Lo tuyo es enfermizo, cabrón! Supera con creces cualquier aberración concebible... La postura del misionero, y con la luz apagada... Madre mía, me entran naúseas sólo de pensarlo. Estás más allá de cualquier ayuda profesional, lo que debes hacer es entregarte a la policía para que te encierren de por vida y te mantengan apartado de la sociedad hasta el final de tus días.
Para ti ni besito ni hostias, animal.